lunes, 28 de enero de 2008

VERDAD Y CONCIENCIA





Son conceptos consustanciales. En realidad la conciencia necesita de la verdad y viceversa. Si conozco lo que conozco es porque existe, luego es verdad que existe. La naturaleza existe con independencia del ser, mas es el ser que la percibe tal cual es; la investiga, descubre sus características y los fenómenos que la modifican, alteran, dañan y benefician. El conocimiento que tiene el ser humano de todo esto se lo debe a su actividad conciente. La verdad está ahí, patente, imperturbable, intransformable; en fin, inalterable. El deber de la conciencia es reconocerla, aceptarla, propagarla y defenderla. Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. (Juan 8;32)
¿QUÉ ES LA VERDAD?
Para facilitar el análisis, recurriré a las definiciones del diccionario de la Real Academia Española:
1-Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.
2-Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa.
3-Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación alguna.
4-Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
Las dos primeras definiciones lucen un tanto subjetivas y suceptibles de criterios equivocados, aunque no por eso descartable. En cambio, las dos últimas son más consistentes en su lógica. Efectivamente, lo lógico es concluír en que la verdad no puede ser suceptible de mutaciones. El desarrollo humano es dinámico, activo, indetenible. Cada vez se irán descubriendo novedades en lo ya descubierto que reforzarán la verdad, nunca cambiarla. Pero la mente humana, además de inteligente, es torpe cuando se empecina en negar lo innegable. Es aquí el encuentro de la verdad y la conciencia. Nada le resulta más dificil a muchas personas decir: "Es verdad, estaba equivocado".
¿QUÉ ES LA CONCIENCIA?
De nuevo apelamos al diccionario:
1-Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta.2-Conocimiento interior del bien y del mal.3-Conocimiento reflexivo de las cosas.4-Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto.5-En psicología: Acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo.
Yo aclaro que los conceptos de "alma", "esencia" y "espíritu", conforman la "conciencia". La escencia es el trocito de Dios que tiene cada ser humano, por eso el ser humano está supuesto a ser esencialmente bueno. En este contexto es que entiendo lo del libre albedrío; aunque Dios es parte de nuestro ser, El no tiene dominio de nosotros; hay una lucha constante entre el bien y el mal para que cada cuerpo físico que alberga una conciencia lleve a cabo esa lucha orientándola hacia propósitos dignos, que justifiquen o den sentido a la existencia, de lo contrario, ¿cuál ha sido el propósito de la Creación?
¿Cuántas veces hemos oído decir que fulano o sutano no tiene conciencia, a propósito de una actitud o un juicio ante tal o cual situación, de cualquier naturaleza?. ¡Claro que tiene conciencia!. Todos la tenemos. La diferencia está en que la tenemos dormida o despierta. Con mi propio criterio, he osado describir estos dos estados de la conciencia:
1-Dormida.-Cuando hay total ignorancia; falta de conocimiento cabal. Se vive en un mundo trivial, en el que el ser humano es una simple cosa, manejable, incapaz de analizar realidades y situaciones que padece y que por su ignorancia tiende a agravarlas.
2A-Despierta y positivamente activa.-Conocimiento pleno de la realidad externa e interna (de su propio ser). El individuo desarrolla y practica los valores positivos (moral, ética, amor, justicia, solidaridad, Etc.); lucha contra todo lo que afecte sus ideas, pues el convencimiento de que defiende la verdad le mantiene activo y perseverante en lograr sus propósitos. Es el prototipo de persona inclaudicable, insobornable y, consecuentemente, paradigmático; en fin, pone su conciencia al servicio del bien (ver la segunda definición de "conciencia").
2B-Despierta y negativamente activa.- No se puede alegar ignorancia o desconocimiento. Conoce tan bien como la positivamente activa, pero está influenciada, de manera irremediable, por valores negativos (hipocrecía, envidia, ambición desmedida, egoísmo, Etc.). Este estado de la conciencia, cuando profundiza sus raíces, el producto es un ser impenitente en sus propósitos malsanos. El actúa con pleno conocimiento de lo que hace; hasta está conciente de estar luchando contra la "imperturbable verdad", pero eso no le detiene. A veces usa disfraces que de nada le valen si lo que procura es tranquilidad de espíritu; la escencia, la parte sana del alma, se lo impide.
Engañarse a sí mismo es pan nuestro de cada día en este mundo de egoísmos. Se engaña el que cree que protegiéndose en una religión está libre; el que practica el altruismo con hipocrecía; el que se declara dueño de lo ajeno por la fuerza de su influencia; en fin, todo aquel que, conociéndose a sí mismo, quiere presentarse como su antítesis. Pero, ¡ cuán grave es la situación cuando una sociedad está plagada de conciencias negativamente activas!. Para que esto ocurra, necesariamente tiene que existir una gran masa de conciencias dormidas, neutralizadas por los vicios, la pobreza extrema y la dominación. Cuando esto ocurre, la desesperanza se entroniza y la catástrofre humana se hace inminente si no surge la fuerza centrífuga de la razón, de la VERDAD.
Concluyo diciendo que la ciencia está hecha para aplicarla a los buenos propósitos; esto no ocurre así en todos los aspectos de la vida. Es en el desarrollo de la ciencia, precisamente, que encontramos muchos de los males; no por la ciencia en sí, sino por los llamados a aplicarla. En esto juega un papel indispensable la CONCIENCIA. Arnoldo Fernández Verdecia, en un artículo titulado "Razón y Sentimientos a propósito del libro: José Martí, ciencia y conciencia", expresa lo siguiente:
"Estos son tiempos en que los hombres se dividen y tratan de exterminarse mutuamente. Parece que la razón y los sentimientos están divorciados cuando al planeta le hace falta una alta dosis de ellos. Pensar es un tremendo dolor si no hay diferencia entre ciencia y conciencia. Cuando la diferencia es marcada, el hombre sufre, porque sus actos son hipócritas y obedecen a un escarceo que lo salve del despotismo que hay en esos momentos de tinieblas".
Mi próxima entrega: Capitalismo Salvaje