miércoles, 30 de julio de 2008

EL ROL DE PADRE, LA SOCIEDAD Y EL ESTADO

 EN EL DIA DE LOS PADRES

 

    El rol de padre es determinante en la formación de los hijos, aunque de ordinario, los más altos honores son para las madres. Esto es así sin que los padres sintamos la más mínima envidia; por el contrario, sentimos satisfacción, pues siendo justos, sabemos reconocer la abnegación de una madre, la entrega incondicional de ellas tanto a los hijos como a los esposos. En un hogar sin padre, hay un desequilibrio que incide negativamente; requiere de una madre dedicada, capaz de manejar la situación con el menor trauma posible.

     Un padre responsable está dispuesto a renunciar a placeres y dedicarse a la formación de la familia procreada, sin pensar en recompensa alguna; pero siente en lo más profundo ser defraudado. En cambio, el padre irresponsable,  con plena conciencia de que lo es, no puede exigir, ni de los hijos ni de la esposa, el más mínimo respeto, pues es él quien defrauda. El padre responsable aconseja y persevera; el irresponsable es impenitente.

     La sociedad occidental no admite la poligamia en sus leyes, pero el hombre de latinoamérica es un constante polígamo informal. El machismo, amo y señor de latinoamérica, está arraigado en la cultura, de tal manera, que llevaría varias generaciones para erradicarlo. En México, por ejemplo, sería más difícil su erradicación que en cualquier otro de nuestros países. El machismo es la fuente de la irresponsabilidad paterna. Por ser un problema cultural, la actitud machista pretende quedar justificada; la mujer adaptada y los hijos varones con derecho a la herencia paterna.

     En otras latitudes hay un mayor arraigo cultural expresado con mayor énfasis en la religión. El patriarcado está expresamente consagrado en la religión islámica, lo cual es especialmente más difícil de revertir, pues el fundamentalismo ejerce un casi impenetrable obstáculo. Así, el rol de padre en esta cultura, está supeditado y controlado por valores expresamente focalizados y permanentemente monitoreados de manera automática por la misma sociedad. Al estar los roles bajo camisa de fuerza, es más fácil su cumplimiento, por cuanto está supeditado a la obediencia al Corán.

     En occidente es más difícil de cumplir roles, pues éstos están supeditados a una cultura no dependiente de creencias religiosas ni de ningún código efectivamente vinculante, aún cuando las religiones occidentales observan sus reglas; sin embargo, el común de la gente no toma en cuenta a la religión y hace caso omiso a las leyes.  Luego, la efectividad de los roles está íntimamente relacionado con la educación, que es responsabilidad de los Estados. Por eso digo que llevaría muchas generaciones y una voluntad permanente, sostenida, decidida, lo cual no puede garantizarse sin una revolución cultural profunda, que perdure en el tiempo; un cambio radical de estructuras institucionales capaces de redefinir y erradicar aberraciones culturales contenidas en la transculturación, modelos impuestos por modas que obedecen a propósitos meramente comerciales, consumistas.

     Todo lo que un país es, lo es por incidencia de la cultura; por cómo se manifiesta ésta en las relaciones de producción, en las relaciones interpersonales, en la identidad definida por las costumbres y el patriotismo. Todo esto está íntimamente ligado a las políticas de Estado; pero la unidad primaria de aplicación es en LA FAMILIA. El padre y la madre trazan las estrategias para definir el estatus familiar ante la sociedad. Si no están de acuerdo, es un fracaso seguro la formación de los hijos. En la mayoría de los casos, el padre señala el camino, la madre lo complementa, los hijos los asimilan, van formando carácter, criterios y personalidad propios hasta llegar a una altura del camino en que toman sus propias decisiones y enorgullecen a los padres. El Estado está obligado a preservar la unidad de todas las familias, facilitándoles la vida; garantizándoles LIBERTAD, EDUCACION, TRABAJO, SALUD, ALIMENTACION; en fin DESARROLLO INTEGRAL.

     Como vemos, estamos hablando de un país-paraíso, ese que los Pueblos han estado buscando desde siempre; el que los políticos nos ofrecen en sus promesas; el que nos dicen que existe en estas "democracias" de "libertades públicas"; libertades que propician la desintegración forzosa de la familia como consecuencia de la "migración salvadora", que  hoy está siendo pasada por un cedazo en Estados Unidos y Europa. Pero ¡CUIDADO!, nos dicen, no vayamos a caer en las situaciones de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua o...CUBA. Ese es el caramelo que estamos chupando desde hace siglos. ¿Caramelo sin fin?.

Etiquetas de Technorati: