viernes, 14 de noviembre de 2008

JUAN BOSCH ARÓ EN EL MAR - Génesis de un liderazgo

MI PRIMERA IMPRESION

Un día de un mes de finales de 1962 (no los recuerdo con exactitud), regresaba a mi casa tras llevar la comida a mi padre a su trabajo en la fundición del ingenio Consuelo, serían tal vez la 1:30 P.M., cuando se detiene junto a mí un pequeño vehículo con tres ocupantes. Un señor, que luego supe que era Nicolás Silfa, me preguntó, tras saludarme: " ¿puede indicarme por dónde llegamos al mercado?", como sin ellos saberlo estaban a muy pocos metros del mercado, le contesté: "Claro, mirea, allí mismo". De la parte trasera del vehículo alguien dijo: "Desmontemos aquí y lleguemos a pié". Enseguida se abrieron todas las puertas, de atrás salió una figura esbelta, delgada, de tez extremadamente blanca y de pelo blanco como la nieve. Era Juan Bosch. Me dio las gracias y me dijo, colocando su mano derecha sobre mi hombro: Acompáñanos al mercado".

Tan pronto la gente comenzó a reparar en los visitantes, se les fueron acercando cada vez más y más personas, lo cual le obligó a retirar su mano de mi hombro, hasta quedar totalmente fuera de mi alcance. Ese fue un día especial para Consuelo. Recorrió los barrios La Habana y Guachupita, pero como se corrió pronto la voz, no hubo una sola persona que se quedara en su casa en los demás barrios (eso lo imagino, pues realmente me dio la impresión de que allí estaban todos los lugareños. Se detuvo sobre un pequeño montículo frente a una iglesia evangélica en Guachupita y desde allí habló a la multitud. Nunca nadie de los allí estábamos, habíamos escuchado ese estilo; todos estábamos acostumbrados a escuchar oradores en los mítines de Trujillo, cargados de loas y frases rimbombantes. Aquel día, sólo se habló de eso.

BREVES CONSIDERACIONES COMO INTRODUCCION

Sin líderes auténticos no puede haber Patria Libre. La autenticidad, cuando de liderazgo se trata, es un compendio de atributos que acerca al líder a las masas; lo obliga a actuar de cara a la verdad, a ser honesto y coherente; pero nadie es perfecto y lo que faltaría para serlo no es identificable; puede ser algo tan inherente al ser humano, que para un líder podría representar algo importante y determinante; podría ser su fortaleza o la peculiaridad que lo caracterizaría. Dependiendo cuáles pesen más en la balanza, si sus virtudes o sus defectos, todo irá en función de qué tan consistentes son las convicciones, contra cuáles fuerzas esté lidiando y hasta para cuál Pueblo esté luchando. No pretendo calificar a Juan Bosch como un líder auténtico; pero no cabe duda que ha sido la más carismática figura política de nuestra historia. Para dificultar la percepción de su autenticidad, en él se combinaron su propio temperamento, una extraña correlación de fuerzas ajenas a él, aparentemente progresistas que le adversaron y cuestionaron en momentos cruciales, así como las estrategias de un hábil político de ultra derecha que coincidió con él en el tiempo y espacio; que le llegó como uña al dedo del imperio. Su temperamento, en marcado contraste con la parsimonia diabólica del impenetrable Balaguer, no fue determinante en su carrera política, porque más pudieron su perseverancia y tercas convicciones y se convirtió en un referente necesario en la lucha contra la oligarquía; en referente necesario de los análisis políticos, aunque adornado con estigmas que no le permitieron ascender de nuevo al poder. Fue aprovechado su temperamento por sus detractores, tanto adversarios políticos como mediáticos, lo cual dio sus resultados en momentos cruciales de la dinámica política; se alteraba con facilidad y, podría decirse, que daba la impresión de echar a perder coyunturas importantes. Pero es innegable que la población dominicana siempre mantuvo reservada para él una rara mixtura de respeto, admiración y tal vez esperanza en su liderazgo.

La fundación de los dos partidos que hoy se alternan el poder se debe a su indiscutibe carisma; a su capacidad organizativa; a su verbo claro y asimilable. Pero la labor de fundación del Partido de la Liberación Dominicana la considero más titánica que la del PRD, pues la del PLD se produjo a partir de cero; fue como devolverse a 1939, desintegrar al PRD y fundarlo de nuevo. Luego, es innegable que Bosch fue un luchador constante; que poseyó una voluntad inquebrantable y lo acompañó la perseverancia en todo el trayecto de su vida. Pero, como siempre hay "peros", entremos en materia.

UN POCO DE HISTORIA

Es necesario un poco de historia para comprender por qué Bosch aró en el mar, según mi punto de vista.Tras el fin de la dictadura de los Trujillo, el vacío de poder pudo ser aprovechado por cualquier político hábil, conocedor del momento histórico que se vivía; nadie lo supo hacer mejor que Juan Bosch, figura desconocida para la juventud de entonces, tras 24 años de exilio, sin ninguna referencia pública durante todos esos años, debido a la férrea censura a la libre información. Sin embargo, ese exilio le sirvió de mucho, pues durante él, tuvo la oportunidad de desarrollarse en lo personal, pero también en lo político y literario, llegando a ser el más prestigioso adversario a Trujillo en el exilio.

Al abocarse, junto a un grupo de compatriotas y algunos extranjeros solidarios, a la fundación del Partido Revolucionario Dominicano en el año 1939, en La Habana, Cuba, fue de los pocos del grupo que tenía ideas y propósitos definidos; que iban más allá del simple derrocamiento de Trujillo. Esto fue advertido por los que no pensaban como él, por lo cual se le encomendaron tareas específicas fuera de Cuba, viajando permanentemente a hacer contactos con gobernantes y políticos dispuestos a colaborar con la lucha. Pero tal decisión le resultó mejor que peor, pues su prestigio se vería beneficiado en muy poco tiempo. El había propuesto a Juan Isidro Jiménez Grullón para presidir el PRD, en su condición de nieto del ex presidente Juan Isidro Jiménez, lo cual, según Bosch, desmentía su afán de protagonismo.

Pero los líderes nacen de las coyunturas; no de situaciones provocadas expresamente para tales fines; nacen por sus condiciones demostradas en el proceso que lleva a la coyuntura; nacen por reunir buena parte de ese compendio de atributos al que me refiero más arriba. Bosch no fue el líder de Cayo Confites, pero ¿qué hubiese ocurrido si esa invasión triunfara, dado que el líder era un rico hacendado dolido con Trujillo por asuntos personales?. Esa persona sólo aportó recursos que, a la hora de las grandes estrategias políticas, tal vez no hubiesen significado tanto como el aval de un prestigio y un discurso penetrante y convincente emanados de un carisma natural, espontáneo.

Catorce años después del fracaso de Cayo Confites, quedó comprobado lo dicho al final del párrafo anterior. Aunque el hacendado Juan Rodríguez García no estuvo en escena, una oligarquía sedienta y ambiciosa intentaba mantener el trujillismo sin Trujillo. Esto no valió de nada ante el empuje del verbo llano, penetrante, convincente y demoledor de Juan Bosch.Todo dominicano que se sentía libre de ataduras ideológicas, por efecto de la ignorancia imperante, se identificó de inmediato con el mensaje novedoso que día a día se escuchaba por Tribuna Democrática a la 1:30 de la tarde; se familiarizó con la introducción al discurso-charla con un simple "dominicanos:", o con la pausada despedida: "hasta mañana, si Dios quiere, dominicanos".

Desesperada y asustada, la oligarquía "anti trujillista", representada por una entidad aliada a Trujillo durante los años más negros de su dictadura, convertida coyunturalmente en anti trujillista los dos últimos años del trujillato, me refiero a la Iglesia Católica, soltó de su traba a un sacerdote de nombre Láutico García, para acusar a Bosch de comunista; acusación esta de gravedad para entonces, ante un triunfo revolucionario en Cuba. Esta acusación tuvo como respuesta el desafío de Bosch para comparecer ante las cámaras de televisión para debatirla. Este debate mantuvo en vilo a televidentes y radio oyentes. ¿Resultado?, que además de los conceptos de Bosch, la respuesta más contundente fue dada el 22 de diciembre de 1962 en las urnas: Juan Bosch elegido con el 62% de los votos.

Segunda parte en la próxima entrega: ETAPA CRUCIAL Y LIDERAZGO TORTUOSO

Etiquetas de Technorati: