viernes, 9 de enero de 2009

DOS TEMAS DE ACTUALIDAD

OBAMA Y EL CONFLICTO ISRAEL-PALESTINA
No será sino hasta una o dos semanas después de la juramentación de Barak Obama, cuando intentaré desarrollar un tema sobre Israel y Palestina, en cuanto a lo que consideraré puede ocurrir en el futuro. Y digo que debo esperar la juramentación de Obama, porque como presidente electo ha sido muy parco ante los actuales acontecimientos, lo cual comprendo, pues la política imperial es muy complicada, sobre todo en una situación de tantas variables en asuntos políticos y económicos. Pero, ¿qué puede decir ahora Obama, ante umna situación que luce expresamente provocada?. No puede decir justamente eso, que se aprovechó la coyuntura de los resultados electorales que dieron al traste con un gobierno desacreditado hasta lo increíble; no lo dirá, porque él sabe que políticamente es incorrecto. Sin embargo, estoy seguro que en su interior, lo acepta. Aprovecho para recordar lo que dije en mi artículo "GANO OBAMA, PERO..." : "Aún Bush puede seguir complicando más las cosas, tanto en el plano interno como externo"; de eso justamente se trata.
Lo real es que la situación es una herencia muy desagradable, pues estamos ante un conflicto adicionado a la variedad de problemas en que Estados Unidos está involucrado. Lo que ha pasado hasta ahora, no deja dudas de la intención de Israel con su desproporcionada respuesta al lanzamiento de cohetes caseros por parte de Hamas. Sin querer parcializarme tan abiertamente con Hamas, no puedo dejar de reconocer que Israel existe para arrasar con el mundo árabe. Independientemente de Hamas, se llevarían a cabo acciones similares contra otras fuerzas árabes (recordemos el fracasado ataque a Hezbolá); pero cuando hay una paz relativa para facilitar las negociaciones, se llega a un punto neurálgico ante el cual no ceden ni Israel ni Palestina. Y es la renuencia de Israel a desocupar los territorios y volver a la situación anterior a la guerra de 1967. ¿Por qué Israel no se conforma con retirarse hasta esas fronteras?; si creen que pueden convivir con unos palestinos pacificados como vecinos, ¿no sería mejor retirarse para acabar con el conflicto?.

Yasser Arafat supo interpretar en cada fase la lucha de su Pueblo; supo lidiar con Hamas, quien le criticaba sobre puntos en los cuales quería ceder en desacuerdo con ellos, pero realmente tenía un liderazgo más aglutinador que el actual. Poco o nada se ha hablado sobre las circunstancias de la muerte de Arafat, quien fue gradualmente envenenado ¿por quién o quiénes?. Precisamente por lo que digo sobre su liderazgo más propenso a la unidad, había que quitarlo del medio. En su lugar, está la tozudez de Hamas, más violento como decidido, pues hay que tener claro que, si no fuese por Hamas, ya Al Fatah hubiese llegado a un entendimiento con Israel, pero ¿en cuáles términos?. Esos términos ya no serán viables si Israel no logra sus objetivos con ésta ofensiva, que no se limita a debilitar a Hamas; la intención es el exterminio, aunque esta apreciación parezca exagerada.

Lógrense o no los objetivos de Israel, Barak Obama tendrá una papa caliente adicional. Por eso es mejor esperar su juramentación, sus primeras declaraciones y medidas para entonces sacar conclusiones. Una cosa sí queda clara: no podemos crearnos grandes espectativas, pues ante la crisis mundial, la incalculable deuda externa de E. U. y los apenas 12 años de vida que le quedan a sus reservas petroleras, tiempo insuficiente para suplantar las fuentes energéticas actuales, ¿qué se puede esperar?. Revertir esta situación hasta un punto manejable; desenredar la madeja que dejará tejida Bush, no lo es, pero parece, un callejón sin salida.
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LA DECISION DE HUGO CHAVEZ

Llama la atención la expulsión del embajador y parte del cuerpo diplomático de Israel en Venezuela, pero no debe sorprender, pues vamos a ver medidas similares en el futuro, como una especie de formato coherente con lo que podemos llamar la Solidaridad Internacional de los Pueblos. Este término es subjetivo para quienes no sienten, porque no lo tienen, el concepto de Pueblo. Para mí, Pueblo es la misma Humanidad, independientemente de los lugares en los que estén los asentamientos. De alguna manera, la historia de la Humanidad se ha encargado de dispersar a la especie mediante al fenómeno de la migración, la cual depende, fundamentalmente, de las condiciones materiales de existencia. Esa migración histórica sugiere una vinculación de los nuevos asentamientos con los que quedaron en los lugares de partida; por efecto del tiempo, se borran algunas huellas ancestrales, pero en algunos casos se mantienen algunos, como ciertas constumbres, religión y lengua. Si se comprende así, lo que hizo Hugo Chávez es una actitud con alto sentido filosófico. Si fuera una guerra entre dos ejércitos iguales, otra hubiese sido la actitud; pero se trata de una agresión con características de crímen de lesa humanidad, que es donde aplica la solidaridad en el marco del concepto de Pueblo.

Cuando Chávez hizo lo mismo con el embajador estadounidense en Bolivia, se entendió como una natural solidaridad, dado que ambos gobiernos son afines. Hay una gran propensión a confundir la acción de gobierno con los deseos reales de la población gobernada, por lo cual para quienes no entienden la verdadera relación Pueblo-Gobierno, es dificil saber cuándo un gobierno es del Pueblo y para el Pueblo. Para quienes han sido acostumbrados a entender por Pueblo a los segmentos de la población falsamente denominados "fuerzas vívas de la Nación", "sociedad civil", Etc., el Pueblo se circunscribe a una élite de poderosos que entienden sólo la solidaridad en términos comerciales con fines lucrativos. Para quienes entienden Pueblo como concepto de Humanidad, el Pueblo de su país no es otra cosa que el subconjunto de la Humanidad que, agrupado en una jurisdicción geográfica, forma, a su vez, una jurisdiccióna abstracta llamada Patria, lo cual da la razón a José Martí cuando sentenció: "Patria es Humanidad".

Pero como hay que irse por la tangente, lo que ha hecho Chávez no es otra cosa que "hacer causa común con el terrorismo", "hacerle el juego al islamismo", "ponerse del lado de Irán"; han sido algunos de los términos usados para calificar la decisión de Caracas. Si sufre el Pueblo palestino, independientemente de Hamas, ¿por qué no solidarizarse?; si el mundo entero protesta por semejante holocausto, ¿qué tan grave puede ser expulsar a un embajador?. Es una forma de participar en el conflicto sin involucrarse militarmente, lo cual no está al alcance de Venezuela. Chávez quiere, con su apoyo, llenar el vacío que se siente por la ausencia de los demás gobiernos árabes, en su gran mayoría, neutralizados.

También esperaré que termine el conflicto actual para opinar sobre el futuro de las relaciones entre Venezuela e Israel; pero adelantaré un temor: puede ser que se intente algún tipo de conflicto en nuestra región por vía de Colombia. Quizás no figure abiertamente E.U., por asunto de la imagen que quiere restarurar Obama, pero sí de manera explícita puede hacerlo Israel. Veremos a una Hilary Clinton, carismática, sustituyendo a una nada agradable, no por negra, Coondoliza Rice. No por su carism, Hilary podrá enredar a América Latina.