miércoles, 27 de mayo de 2009

SINDICATO OBRERO PATRONAL

Las siguientes, son definiciones del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:

SINDICATO - Asociación de trabajadores constituida para la defensa y promoción de intereses profesionales, económicos o sociales de sus miembros.


PATRONO - Persona que emplea obreros en trabajo u obra de manos.



REFORZANDO EL DISCURSO DEL DIPUTADO
TEODORO URSINO REYES

¿Ha visto alguien a obreros y patronos unidos en un mismo sindicato?. Claro que sí: en la República Dominicana, los obreros del volante (choferes) son empleados de los propietarios de los vehículos de transporte, tanto de pasajeros como de carga; pero ambas partes son miembros del mismo sindicato que lucha por las "reivindicaciones comunes". Quiere decir esto que los intereses de los dueños son los mismo que los de sus empleados. Nadie, entonces, verá que los choferes harán huelgas para reclamarle conquistas a sus compañeros los dueños; las conquistas se reclamarán al gobierno o a los ayuntamientos, mientras que las empresas transportistas constituídas en compañías, esas que pagan impuestos y beneficios a sus empleados, son mantenidas a raya por los "padres de familia" sindicalizados, si éstas pretenden cubrir nuevas rutas o contratar servicios de transporte de cargas.

Una empresa industrial, un almacén de provisiones o un simple ciudadano que quiera transportar algo, no puede contratar el servicio que se le antoje; el que mejor servicio y precio le ofrezca. Pero tampoco el pasajero puede usar un transporte a su antojo, pues hay reglas a lo interno de los sindicatos, impuestas con bravuconadas y pleitos entre ellos mismos, que obligan al pasajero a utilizar el transporte sujeto a esas reglas. Por ejemplo, a un autobús que viaja de La Romana a Santo Domingo, al pasar por San Pedro de Macorís, se le impide el abordaje de un ciudadano que desee viajar en ese autobús, ya porque sea más cómodo, ya porque le resulte más barato o más rápido. Se están coartando las libertades de tránsito y de empresa.

Lo más indignante de todo esto es que, amparados por una ley que privilegia a un sector supuestamente trabajador, por cuya virtud están libres del Impuesto Sobre la Renta, es decir, sobre los beneficios resultantes de una actividad comercial idéntica a las demás de su mismo género, en determinados momentos pueden gozar de subsidios, condonaciones de aranceles y de deudas contraídas con el aval del Estado, lo que equivale a decir del Pueblo dominicano, sin que tales privilegios se reflenjen, ni en la calidad del servivio, ni en los precios y mucho menos en la conducta hacia los usuarios. Muy indignante también es saber que una sola persona puede ser dueña de una o varias flotillas de vehículos, quienes se auto catalogan "obreros del volante".

¿Son culpables los sindicalizados transportistas? Sí, pero no sólo ellos. Recordemos la década de finales de los 60 y la de los 70 completa, el "combativo" UNACHOSIN, formado por propietarios dotados de automóviles nuevos y espaciosos durante los 12 años de Balaguer, fue la génesis de lo que hoy está sucediendo: la política electoralista vió en el sector una segura captación de votos y un caldo de cultivo ideal para el clientelismo y la corrupción. En esos años los impuestos pagados por los dominicanos, excepto por los dominicanos transportistas, se utilizaron para financiar flotillas, tanto a UNACHOSIN, como a los sindicatos que se fueron formando expresamente para disfrutar de la fiesta auspiciada por los activistas políticos.

En el área de transporte de cargas, se fueron creando intereses muy fuertes, en una bien diseñada estrategia que tuvo su mejor expresión en el transporte del azúcar desde los ingenios a los muelles. El azúcar a embarcarse por el muelle de San Pedro de Macorís procedente de los ingenios Santa Fe y Porvenir, era transportado por las locomotoras que atravesaban la ciudad, lo cual representó siempre un potencial peligro; la producción de los ingenios Quisqueya, Consuelo, Angelina y Cristóbal Colón, era transportada mediante barcazas remolcadas hasta el muelle a través del río Maguá y el Higuamo. En un momento dado, apareció la teoría de que los costos de transporte eran más altos utilizando esos transportes propiedad de los ingenios. Quizás hubo justificación para descontinuar la travesía de las locomotoras por el interior de San Pedro; pero no necesariamente había que contratar el transporte.

Pero las locomotoras no sólo dejaron de atravesar la ciudad, sino que tampoco llevaban ya la caña desde el corte hasta la fábrica, ésto también lo hacían los camioneros, compuestos en su mayoría por ejecutivos y ex ejecutivos del Consejo Estatal del Azúcar, oficiales de las Fuerzas Armadas, colonos azucareros o mayordomos y superintendentes de plantaciones. De manera que, de buenas a primeras, nos encontramos con clases elitistas con traje de obreros del transporte y líderes sindicales. Obviamente, al tener tan importante renglón, como el de la caña y el azúcar, la ambición fue creciendo y expandiéndose hacia otros objetivos, hasta que cementeras, fábricas de abono, zonas francas, provisiones de todo tipo, materiales de construcción, Etc., quedaron arropados por lo tentáculos de la clase más privilegiada: los transportistas.

Ya no hay forma de revertir nada dentro del tradicional sistema. Mientras haya política como la nuestra, habrán transportistas permanentemente inconformes, pero siempre privilegiados. Ningún candidato a la presidencia osará jamás prometer nada en perjuicio del sector; son más importantes los votos, aunque luego los tengan más arriba de la cabeza. De todas maneras, ninguún gobierno los enfrenta tampoco aún pasadas las elecciones. Durante cada campaña, las patanas de los mismos transportistas pasean las comparsas por las calles del país, precedidas por un torrente de "motoconchos", otro problema, pero de verdaderos "hijos de machepa".

Doctor Teodoro Reyes, mis palabras pretenden reforzar su discurso en la Cámara de Diputados; en el cual dijo verdades puntuales sobre el empresario Juan Hubieres (ex hijo de machepa). Se trata de mi humilde esfuerzo de apoyo ante el silencio que siguió a su exposición. Este es un problema soluble, pero hay que tener determinación, que es lo que no aparece. Pero lejos de desestimularlo, lo aliento. Usted se ha catalagado de boschista y vive predicando el boschismo. Pocos o casi nadie en el Partido lo están haciendo. Y quisiera, de todo corazón, que no le pase lo mismo que al Profesor: Aró en el mar.



domingo, 24 de mayo de 2009

EL CENTENARIO DE JUAN BOSCH

Si murieran las Ideas, no existiera la Esperanza.
(RGV)

Dedicar toda una vida a adquirir, cultivar y desarrollar conocimientos, convertirlos en ideas y éstas en doctrina para compartir con sus congéneres, es la mayor grandeza que puede exhibir una persona digna; la hace merecedora del reconocimiento, respeto y agradecimiento de quienes tienen conciencia de ello. Cuando un ser humano vive para servir, no debe haber espacio para la detracción; pero detraer es conducta común en el mundo político; tanto, que esas tres palabras: reconocimiento, respeto y agradecimiento, son adrede desconocidas por los egoístas, por los criminales de conciencias, en aras de espúrios valores. En las lides políticas se le tira piedras al árbol que da frutos; ser líder honesto conlleva la permanente exposición a la dinfamacion; cosa que sufrió Juan Bosch sin ningún tipo de consideración; expuesto a la traición, de la cual aprenden a no sorprenderse.

Durante las celebraciones por el centenario del nacimiento del profesor Juan Bosch, los discursos elogiosos se escucharán por doquier, oportunidad magnífica para identificar a los hipócritas. Derechistas, izquierdistas, de centro, opositores y gobernantes dirán primores sobre él. Sus conocidos detractores incluirán en sus declaraciones la siguiente frase formularia: "se podrá o no estar de acuerdo con él, pero...". Creo que lo hacen mejor callando. Apena decirlo, pero en el exterior, los diferentes homenajes de reconocimiento serán más sinceros:México, Venezuela, Chile, Costa Rica, Puerto Rico, Bolivia y Cuba, han anunciado todo tipo de activiades para la ocasión. Se trata de países en los que vivió y dejó su huella. En Méxio y Cuba, las universidades UNAM y de La Habana, respectivamente, ya crearon la cátedra Juan Bosch.

Pero, para ser justo, en nuestro país no todo será hipocresía. Manuel Jiménez y un grupo de artistas dominicanos y la Fundación Juan Bosch, han tenido la refrescante idea de pasear por los países mencionados y por las provincias dominicanas el espectáculo "Vivirá, Homenaje a Juan Bosch", que ya está recogido en CD y DVD. Será montado, además, en el Teatro Nacional, el Teatro Cibao y el Estadio Quisqueya. Lo importante de ésta producción lo es el hecho de que todos los temas musicales y las poesías, con excepción de dos de Manuel Jiménez, son de la autoría del propio profesor Bosch. Estoy seguro que se sorprenderán, pues es desconocido para muchos la existencia de tales producciones.

Participará una pléyade de importantes artistas nacionales e internacionales listados a continuación:
Nacionales:
Sonia Silvestre
Félix D'oleo
Claudia Sierra
Sergio Vargas
Milagros Hernández (La Loba)
Víctor Víctor
Jennifer Pión (bisnieta de Juan Bosch)
José Antonio Rodríguez
Luis Díaz
Frank Reyes
Sexappeal (Antonio Rodríguez)
Neo Ken

Intenacionales:
Ana Belén (España)
Víctor Manuel (España)
Silvio Rodríguez (Cuba)
Chucho Valdés (Cuba)
Danny Rivera (Puerto Rico)
Sergio Pérez (Venezuela)
Grupo Folklórico de San Millán (Venezuela)
Joe Vasconcello (Chile)
Beethovas Obas (Haití)
Luis Ángel (Costa Rica)

Tendremos la oportunidad de disfrutar de un espectáculo sin igual, ideal para incentivar al rescate de los valores en extinción, el mejor homenaje que se le puede hacer a Bosch; justamente el que él hubiese deseado: continuar su obra. Su obra es el Partido, sus principios y su mística; es luchar por proporcionar a los dominicanos esa verdadera libertad que busca desde 1844; es, en fin, parafraseando a Martí, "proporcionar al Pueblo la mayor suma de felicidad posible". Nada de ésto se consigue en medio de un deterioro de los valores que él tanto defendió y predicó. Sin embargo, su centenario se celebra en un estado de total crisis de ellos; en medio de una descomposición social y política, ramas en las que jugó un papel estelar. Esto deben entenderlo los dirigentes del Partido, desde la base hasta la cúspide. Si no lo entienden ahora, ¿cuándo será?.

Pero confío en que no habrá que esperar un bicentenario para que se hagan realidad sus ideas y se revierta la situación actual. No será tarea fácil ni ocurrirá en el corto plazo. Todavía es mucho lo que falta por ver. No matemos las esperanzas aunque hayamos ya esperado demasiado y creamos que ya no queda más optimismo; aún queda, aún queda, aunque al salir cada día a las calles nos sintamos indignados con tanto desorden público, tantas malas noticias y tanta sensación de desamparo.