sábado, 23 de octubre de 2010

HAMLET HERMANN: FIRMEZA Y COHERENCIA

Reproducción de la entrevista a Hamlet Herman, tomada del semanario
miamense Progreso Semanal el 20 de enero de 2010.

“Uruguay tiene que cacarear los huevos que ponga…”
nos podemos abrir, pero no hasta ponernos en cuatro”, dice Pepe Mujica, presidente electo de Uruguay.
Entrevista a Hamlet Hermann
Por Elíades Acosta Matos

A este hombre enérgico, lucido y litigante hasta la temeridad al que entrevisté en la terraza del hotel Nacional de La Habana, nadie le daría 75 años bien cumplidos, ni una vida repleta de peligros. Nadie podría sospechar tampoco, al oírlo desgranar sus ideas con la concisión académica más ortodoxa, que lo que verdaderamente lo enorgullece es su pasado de pelotero, no que le recuerden haber obtenido los premios literarios más importantes de República Dominicana, su patria, ni que sus libros estén agotados, ni siquiera que se le presente en público como uno de los dos guerrilleros sobrevivientes de la gesta del coronel Caamaño, aun habiendo dedicado buena parte de sus  energías a luchar para que no se olvide.
Hamlet Hermann ha venido a Cuba, una vez más, antes de que finalice el año. Ha estado feliz rodeado de viejos amigos, y ha dejado la estela de gratitud y simpatía de siempre entre los afortunados que acudieron a alguna de las dos presentaciones de su más reciente libro (se ofende, seriamente, si alguien dice que se trata del último) titulado “Eslabón perdido: Gobierno provisional 1965- 1966”. Lo he visto abrazarse a periodistas brillantes, sus compañeros de los inicios, y también bromear hasta la carcajada con Silvio Rodríguez y Vicente Feliú. Este es el hombre con el que converso esta mañana tibia de diciembre, entre turistas japoneses y empleados del hotel en sus faenas, con canto de pájaros de fondo y el mismo mar rutilante que ve en su isla, la otra, cuando camina por aquel otro malecón.
Y el tema es Uruguay y Pepe Mujica, el recién electo presidente de esa nación, a quien le une una amistad que tuvo su origen en los vericuetos de la revolución continental, en aquellos míticos años en que quedó dicho, por boca de Fidel, que el deber de todo revolucionario era, precisamente, hacerla.
“Uno nunca sabe dónde empiezan las cosas, ese tipo de relaciones --me dice--. Seguro fue en Cuba… Yo vengo a Cuba en el año 70 y se transforma mi vida, y empezamos a tener contactos, en los entrenamientos para el alzamiento guerrillero con el coronel Caamaño. Como conocíamos muchas cosas, intercambiábamos experiencias… En aquel tiempo los Tupamaros no eran comprendidos, eso si te puedo decir. Nosotros hoy hablamos de ellos como de la gente más creativa, geniales, pero ciertos sectores de la época no los entendían. Nosotros si los entendíamos, es decir, los que nos estábamos preparando para la lucha armada si los entendíamos, y los admiramos desde siempre por su creatividad… Lo que trato de decir es que a finales de la década de los 60 y principio de los 70 los Tupamaros no eran comprendidos como un proyecto de futuro, y a nosotros que estábamos en esa misma condición, también nos acusaban de foquistas,… es decir, era el precio que tuvimos que pagar los que pusimos la carne en la parrilla, o sea, los que arriesgábamos nuestro pellejo y estábamos dispuestos a combatir a las dictaduras, siempre encontramos críticas de aquellos que vivían del análisis teórico… Bueno, foquistas era el apodo más (socorrido, entonces)… El propio gobierno revolucionario cubano siempre fue acusado de foquista, y a nosotros nos halagaba mucho que nos llamaran así, porque cuando usted está dispuesto a poner su propia carne en el asador, yo eso lo respeto… Pero no había respeto (hacia los Tupamaros) por parte de esos partidos tradicionales, de esos grupos social-demócratas, que al final resultaron ser aliados de la derecha… La primera relación que recuerdo fue con la familia Cultelli, la familia de Andrés Cultelli. Casualmente ahora se está inaugurando en Montevideo, una plaza en su honor, fue un alto dirigente Tupamaro en el exterior, porque tuvo que salir…, una gente muy meritoria, Andrés murió hace ya unos años. Hoy nos damos cuenta de que los Tupamaros siguen siendo los más lúcidos, los más creativos. Ese Frente Amplio que tuvo como presidente a Tabaré Vázquez, y ahora a Pepe Mujica, garantizó que vayamos a tener una década de gobiernos de izquierda en Uruguay…
Una de las cosas más interesantes que tienen los Tupamaros --continúa--, y a veces me perderé y diré Mujica, porque son la misma cosa, es que salieron de la cárcel, de la peor cárcel que alguien pueda haber sufrido, sin resentimientos, eso es lo admirable de un tipo como Raúl Sendic, que sale echo leña de unas celdas que eran en pozos, a ellos los tenían enterrados, a los 9 rehenes de la dictadura, entre ellos Mujica, el Ñato Huidobro (Eleuterio Fernández Huidobro), Julio Marenales,… que son gente que todavía está vigente, y en la primera línea de lucha sin resentimientos, con una cultura, con una educación política, que muchos envidiamos. Si nosotros nos ponemos a leer las entrevistas, los libros que se han hecho con las entrevistas a Pepe Mujica, tenemos que llegar, inevitablemente, a la conclusión de que es el político más lúcido que tiene América Latina en estos momentos, o sea, (tiene) un enfoque heterodoxo, un enfoque completamente diferente a lo que se está planteando, pero lo hace con una lógica que me fascina, me fascina en el sentido del hechizo, de la brujería… Porque hay cosas que a mí me encantan de Mujica, los encantamientos del Pepe, cuando dice, por ejemplo, que el mayor peligro que tendremos en el gobierno será navegar a vela, dejarnos llevar a donde quiera el viento; “Nosotros tenemos que ayudar a componer el motor que nos permita ir por el rumbo que nos convenga, --dice-- que elegimos”… Coño, eso es una cosa que hay que respetar… El otro planteamiento que también me hechiza es el de su interés en la infraestructura; él se ha proclamado como continuador  del gobierno de Tabaré Vázquez, y dice… “no, aquí no van a haber cambios, este es el gobierno de Tabaré mejorado y ampliado”, y también su interés por la energía, el transporte, las vías de comunicación. Cuando habla de esas cosas dice… “pero primero, la cultura… Nosotros podremos hacer todo eso en la tecnología, en la infraestructura, pero si no respaldamos la cultura, si no creamos la cultura, sino fundamentamos bien la cultura, no podremos mantener eso”… Y eso es genial, un enfoque así, mientras todo el mundo está preocupado por la productividad, él está preocupado por la cultura… Y dice… “a los intelectuales no me los pongan a trabajar en cargos burocráticos, pónganlos a crear Yo no querría a Eduardo Galeano en un ministerio, no, hay que dejarlo que critique, que vea las cosas desde afuera, que nos diga qué es lo que estamos haciendo mal, y lo diga con su aspecto creativo…” O sea, ese tipo de cosas en Pepe Mujica son las que me hacen considerarlo a mí como el político más lúcido en América Latina. También hay grupos de izquierda que se niegan a aceptar al Frente Amplio, no nos olvidemos que siempre están los ultra, de la derecha y de la izquierda… Y cuando Pepe dice, por ejemplo, que todo el mundo, todos los hurices, o sea, los niños, deben ser enseñados a hablar Inglés… entonces la ultraizquierda le dice que ese es el idioma del imperialismo, él responde que no, que ese es el idioma con que los chinos se comunican con el mundo…”
Le pregunto por Mujica como ser humano. Sonríe socarronamente, como quien va hablar de un socio de la esquina, de un cómplice de muchachadas. “Manso, desbocado --lo describe-- porque dice cualquier cosa, pero la dice a conciencia, que mucha gente dice… “no, porque él improvisó”… No, no, no, el Pepe tiene muchos años en esto para improvisar. Nadie que haya sido elegido Presidente de un país puede improvisar en torno a la energía eléctrica, por  ejemplo, o al agua, en un país como Uruguay que está situado encima del acuífero guaraní. Una cosa que ha logrado el Frente Amplio, con Tabaré Vásquez en la Presidencia, fue llevar a cabo los plebiscitos aquellos para evitar que el agua y la energía pasaran a manos privadas, un voto nacional que dijo… “el agua es nuestra, la energía es nuestra”, cuando estaban las compañías francesas, las alemanas, las estadounidenses tratando de apropiarse del agua del acuífero guaraní, para entonces vendérnosla en botellitas…A mí me fascinó que en Montevideo el agua se sigue tomando de la canilla, del grifo, de la llave, como se le llame… ¿Sabes qué significado tiene que puedas abrir una llave y puedas beber? En los hoteles de New York, siempre hay en el baño un letrerito que dice “No tome agua de aquí, que no es potable”, te puedes bañar, pero no la puedes tomar… Sin embargo, en Uruguay,  el agua de la canilla se puede beber, y aunque parezca sencillo, es simbólico: el agua es de ellos, el agua es pura, nadie puede negociar con ella...
Hamlet Hermann viene ganado por la participación de los jóvenes en el proceso uruguayo. “Mira --me dice a sabiendas de que aquí es donde se decide el futuro de cualquier proyecto político-- hay una participación juvenil en todo. A mí de los jóvenes (en Uruguay) me llamaron mucho la atención dos cosas: una es su participación activa en el proceso electoral, y otra que están fumando mucho, están fumando que parecen cubanos, que parecen españoles… Hay mucha participación juvenil, muy entusiastas, y además, lo han cogido en serio”.
Me convence su respuesta cuando le pregunto, ¿cómo ha podido un líder histórico Tupamaro, partidario antes de la lucha armada, adecuar su forma de ver el mundo, su programa político, a la dinámica de las elecciones, a estos métodos de masas, a estos métodos políticos?
“Hay que empezar por Raúl Sendic.--afirma con convicción-- Cuando ellos salieron de la cárcel, El Rufo dijo que había que trabajar en el Frente Amplio. Hubo gente que abandonó la lucha, que dijo… “no, no, no, yo no estuve preso 14 años para venir ahora a vincularme con gente que no piensa como nosotros”. Y Sendic les respondía diciendo que ya el aparato militar había dejado de funcionar. Una cosa que siempre repetía es que en los orígenes, el fundamento de los Tupamaros era ser un aparato militar que le diera servicio a todas las organizaciones (políticas)… aunque no les salió así… Claro, la realidad les torció el rumbo, y después se constituyeron, sin quererlo, en un partido político… En realidad, cuando uno ve a Pepe Mujica en esa situación, está repitiendo a Sendic, está yendo al génesis, a los orígenes de lo que planteó Sendic, que era cómo debía ser el Movimiento, es decir, que pueden ser una fuerza, pero con la mentalidad del Frente Amplio… Mujica, muy lúcido; Marenales, brillante… Pero sobre todo hay algo que impresiona: la modestia, la humildad,… ¡Oye, qué gente más modesta! No es la arrogancia de otros, la prepotencia del burócrata, nada de eso. Eso fue lo que los llevó a la victoria: el pensamiento original de Sendic, en los albores del Movimiento,  y esa mentalidad trasladada al día de hoy, en que ya tenían el poder y tenían que acogerse a la experiencia vivida en el primer gobierno con Tabaré Vásquez.”
Surge la inevitable pregunta de las relaciones futuras del flamante gobierno de Mujica con Estados Unidos, Cuba, Venezuela y demás países de la región. “A  Estados  Unidos habrá que vigilarlo de cerca-- vaticina-- en este auge que tiene  la derecha en América Latina, con la diferencia de que en Uruguay, los Blancos y los Colorados están en estampida, el único que puede  reagrupar a la derecha, es Estados Unidos, pero le va a tomar tiempo, yo creo que el Pepe va tener esa ventaja; han quedado tan desarticulados, tan golpeados, y sin control del Congreso, y sin control del poder ejecutivo, que  Estados Unidos va a tener que trabajar muy duro”. En cuanto a los países amigos, “haría falta comunicación, yo creo que Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, deberían ser esas cajas de resonancia, es decir, Uruguay está muy lejos de nosotros, ¡y qué bueno, que no sea como México tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos!... Entonces Uruguay tiene que trabajar muy en serio lo que es la comunicación, tiene que cacarear los huevos que ponga…, Yo creo eso es fundamental para que el ejemplo cunda. Los hechos van determinar la justeza o no, pero yo creo que esta lógica, la de Pepe, tiene que empezar a difundirse, y tiene que hallar la colaboración de Venezuela, de Cuba, de los que tienen esos mecanismos bien aceitados… Uruguay necesita del Alba, incluso para unificar criterios… Yo creo que Pepe podría ser un magnífico guía en ese sentido para los países del Alba, es decir, en darle más importancia a la cultura, y además, abrirse… Hay una frase muy buena del Pepe que dice que nos podemos abrir, pero no hasta ponernos en cuatro, porque después hacen con nosotros lo que les plazca: eso es sabiduría popular… Yo creo que puede ser un impulso en la medida en que se use: si Uruguay logra que Pepe llegue a través de los medios de comunicación a través de libros, de medios noticiosos, de un servicio bueno que permita que nos enteremos de la existencia de él, sería un gran aporte, que nos hace mucha falta a la izquierda latinoamericana”.
Hamlet Hermann vibra y los ojos se le encienden cuando me dice las últimas palabras para la entrevista. Adivino que está ajustando cuentas con los criminales del pasado, con los que persiguieron y torturaron a los jóvenes más generosos e idealistas de una generación completa de latinoamericanos, y que, al final, no pudieron impedir que pasaran cosas como las que acaba de presenciar en Uruguay.
“Lo interesante es, como demuestra el caso de los Tupamaros, que ese encierro criminal, brutal, absurdo que sufrieron los haya llevado a sus orígenes. Raul Sendic lo planteó de esa manera… ese sufrimiento los llevó a los orígenes… Creo que sí: sin saberlo y sin quererlo, las dictaduras de entonces han hecho un gran favor al pensamiento revolucionario de América Latina.”