sábado, 18 de febrero de 2017

LAS MARCHAS Y EL OPORTUNISMO

Por lo menos de doce a quince días antes del 22 de enero, fecha de la marcha contra la impunidad, escribí y compartí en Facebook sobre lo importante que para el éxito de esa marcha, no asistieran de manera formal los partidos políticos ni sus principales dirigentes ,no  solo  por falta de moral para hacerlo, sino que se vería desvirtuada la convocatoria. No pretendo decir que fuera el primero en advertir sobre eso, porque considero que algo tan elemental no podría pasar por alto en la organización del evento. Lo importante es que justamente así se logró. Digamos mejor, que se logro el primer objetivo: movilizar a la ciudadanía a nivel nacional, inocularle optimismo y dejar sin discurso a los partidos y todos. Justamente eso es el mejor indicio de empoderamiento y espontaneidad.

     Sin embargo, el logro no debe ser sobredimensionaco. La cautela y el alerta deben estar siempre presentes en los organizadores, de suerte que la contaminación se mantenga aislada. Tal vez hayan quienes consideren aventurero de mi parte, si hago un paralelismo con otros movimientos populares que han fracasado, ya por haber sido desviados en sus propósitos reales, ya por manipulación expresa por aquellos sectores a los que van dirigidas las protestas. Por ejemplo, el movimientos de Los Indignados, tanto en España como en Estados Unidos, desapareció con la misma rapidez con que surgieron.  Lo más importante que se debe tomar en cuenta, es la consistencias, la coherencia y la firmeza, porque si se  diluye el movimiento y desaparece su carácter espontáneo, será muy difícil volver a activar un nuevo proyecto creíble. Por eso se deben depurar con eficacia la composición de los organizadores de las provincias, asegurándose del historial de cada participante en el nivel de la coordinación.

     Mi otra preocupación está en los voceros de algunos partidos políticos que dicen apoyar las marchas. Específicamente, puedo referirme al llamado Partido Revolucionario Moderno (PRM). Esta entidad política pretendió desde su fundación, aglutinar todo el descontento popular, llamando a una unidad opositora en torno a la candidatura que presentó en las elecciones. Con lógica se puede entender, que los pronunciamientos en favor de las marchas vayan en la misma dirección. Esto tiene de malo, no tan solo la contaminación para desvirtuar la lucha popular espontánea, sino que ese partido no tiene la moral para criticar, siquiera, las ejecutorias del PLD; Sin embargo lo hace aprovechando la magnitud de la corrupción y el  avasallamiento del poder, como si eso acusara a la dirigencia del PRM, que, aunque como partido no ha sido aún gobierno, la población debe saber que se trata de los mismos perredeístas que han gobernado también doce años.Pero hay que cuidarse de otros partidos que no han sido gobierno, pero si aliados de los que lo han sido, por lo tanto, son cómplices de todos estos males.

     Es un poco difícil encontrar un dominicano de más de treinta años que no haya participado en política o no haya sido miembro activo de un partido cualquiera. Si nos guiáramos por esa idea, una depuración sería imposible; pero lo que sí es cierto es que las bases de los partidos políticos son las que se rebelan ante la demagogia e hipocresía de los dirigentes, por lo tanto, las marchas están repletas de activistas y sin participantes de todos los partidos, hasta del mismo PLD. Eso hay que tenerlo  presente. De quienes hay que cuidarse es de ese oportunismo concientemente anarquista.

     Por último, me referiré a un oportunismo que no tiene que ver con los políticos, sino con los sectores económicos que tienen sus formas de sacar provecho de las situaciones de crisis políticas. He notado que las marchas se limitan a protestar por la impunidad, sin hacer un desglose apropiado que involucre todo tipo de violaciones. Parece que todo el mundo tiene puesto el pensamiento en la famosa empresa brasileña ODEBRECHT, los Tucanos ; nadie ha osado mencionar la Barrick Gold, Faalcondo, Falconbridge , Loma miranda,Bahía Las Águilas; como tampoco las generadoras de electricidad ni los poderosos que han quemado bosques y talado árboles madereros.Todos esto casos también han quedado impunes.De manera,que es necesario revisar los reclamos, a fin de asegurarse darle la suficiente formalidad que asegure consistencias y credibilidad.